lunes, 8 de julio de 2024

Loreena McKennitt en Sevilla. 7 de julio de 2024

Cuando se anunció la primera gira pospandémica de Loreena McKennitt por Europa, algo no cuadraba: España no estaba incluida. La de Manitoba es de sobra conocedora de lo apreciada que es entre el público español y de que sus espectáculos por tierras hispanas suelen ser sinónimo de “entradas agotadas”. Y estamos hablando de una época en la que el panorama musical en España no pasa por su mejor momento, con la mayoría de medios apostando por lo que ahora llaman música urbana... (Mejor dejarlo ahí).

De todas formas, para asegurarnos el verla, como ya escribí en otra entrada, aprovechamos nuestro viaje a Bruselas y con nuestras entradas nos encajamos en el Cirque Royal. 

Algunos meses después de anunciarse la primera gira, se comunicaba un segundo tour por el 30 aniversario de uno de sus mejores trabajos, The Mask And Mirror, y, como era de esperar, finalmente pasaría por España.

Con la incógnita de algunas localizaciones, finalmente Sevilla fue una de las elegidas. Y menos mal que no nos precipitamos a la hora de comprar entradas para verla en una de las ciudades anticipadas, porque aparte de que la capital andaluza sea una de mis ciudades favoritas, no dudaba en que para el acto se elegiría un enclave a la altura. Fue este el caso de la Plaza de España dentro del Icónica Fest que se viene celebrando cada estío.

Así fue como nada más abrirse la venta hace unos meses conseguimos pillar dos localidades en primera fila. En esta ocasión lo veríamos todo bien y de cerca.

Y finalmente llegó el día. Allí sentados los más cerca posible del escenario, la canadiense salió puntual como siempre seguida de su banda habitual.

Foto de Manu Suà/Diario de Sevilla

La experiencia no pudo ser más maravillosa. Durante casi dos horas nos deleitó con el setlist de The Mask And Mirror más una selección de otros de sus temas más icónicos.

Si mal no entendí, Loreena comentó algo así como que en pocas ocasiones había tocado en un lugar tan hermoso, y es que no le faltaba razón. La coloreada iluminación en la noche embellecía aún más si cabe la Plaza de España.


De un tiempo para acá, Loreena, al igual que cada vez más artistas, prohíbe grabaciones en sus recitales. Y no sé hasta qué punto el fin es para que el público disfrute del espectáculo. Entiendo que resulte molesto para un artista ver tantas luces de móviles enfocando, pero garantizo que en otros conciertos he disfrutado al máximo mientras grababa algunos videos como recuerdo. De todas formas, hicimos caso y en ningún momento sacamos los teléfonos, aunque ganas no faltaban estando tan cerca de ella.


Dejando este asunto aparte, los afortunados que allí nos juntamos vivimos una noche que será difícil de olvidar. Contemplar a esta mujer con esa voz, al piano, al arpa y al acordeón, con esos grandes acompañantes, en un lugar tan emblemático, es toda una mágica experiencia.


Y es que describir con palabras una noche así es difícil; hay que vivirlo al menos una vez en la vida.

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