martes, 28 de noviembre de 2017

Mezquita de Córdoba & Medina Azahara


Mezquita de Córdoba










Medina Azahara






The Michael Nyman Band - Gran Teatro de Córdoba

El pasado 25 de noviembre viví en la ciudad de Córdoba uno de esos momentos que se hacen especialmente inolvidables. La culpa, de uno de mis músicos favoritos, Michael Nyman.

Si había una ocasión perfecta para verle por fin, era esta, y el lugar, además, no podía ser más idóneo, y para añadir más emoción, decir que a dicha cita llegamos justo a tiempo.


Sobre tal concierto, recalcar que es de lo mejor que he vivido musicalmente. Escuchar en directo lo que ha sido banda sonora de buena parte de mi vida y ver al Gran Teatro de Córdoba, con lleno absoluto, levantarse tras cada tema para aplaudir de esa manera, fue apoteósico. Lo único que me faltó fue oír el tema central de Gattaca, “The Departure”, pero supongo que no se podía tener todo.


Y cuando, ya a su fin, salimos y veo que Nyman estaba firmando en la entrada, casi me da algo. El hombre, ya mayor y muy cansado, aguantó con gran profesionalidad y firmó todo lo que le pusieron por delante.

En realidad, muy posiblemente fue todo un coñazo para él, pero nosotros conseguimos un par de reliquias que, como inmejorables recuerdos, nos trajimos para casa.



* Fotografías del concierto: Braulio Valderas

sábado, 18 de noviembre de 2017

Mike Oldfield, Philip Glass y Peter Baumann. Un encuentro de genios

He aquí una instantánea de un encuentro mítico entre tres absolutos genios de la música instrumental: Mike Oldfield, Philip Glass y Peter Baumann.


Parece ser que este se produjo tras un concierto de Mike en el Ritz de Nueva York como parte de una gira tras su recién lanzado disco Five Miles Out en 1982.

Anteriormente, en el disco Platinum de 1979, Oldfield versionó un tema de Glass: North Star.

Philip Glass es un compositor neoyorkino, autor entre otros trabajos de bandas sonoras como Mishima, El Show de Truman o Candyman.

En cuanto a Peter Baumann había formado parte hasta 1978 del grupo de música electrónica Tangerine Dream, formación que también se encargaba de algunas bandas sonoras.

¿Imaginan la obra que podría haber salido de una colaboración entre estos tres?

Una auténtica maravilla seguro.


jueves, 16 de noviembre de 2017

Villaluenga del Rosario. Hacia las entrañas de la Sierra de Cádiz

Si hay algo que siempre me ha llamado la atención de los pueblos que componen el Parque Natural Sierra de Grazalema es la cultura de espeleología que tienen. Y no es para menos, pues dicho parque alberga una gran cantidad de cavidades, y algunas de ellas de las más importantes de Andalucía.

De esta manera, la invitación de unos amigos para visitar un pueblo inédito en mi diario de viajes como era Villaluenga del Rosario, desde luego no podía ser rechazada.


El pueblo es muy pequeño y no tiene mucho que ver, pero no por ello deja de ser hermoso, como todos los pueblos de la sierra de Cádiz. Eso sí, si quieres hacerte con un delicioso queso payoyo, tienes allí la misma fábrica para la venta al público.

Nuestra misión era pues visitar en modo aficionado algunas simas y cuevas del maravilloso paisaje que le rodea.

El primer punto fue la Sima de Villaluenga, bueno, más bien su entrada, que de solo plantarte ante ella ya impone bastante. Según puede leerse en la web del pueblo de Villaluenga “el sistema contempla, por el momento, un desarrollo topografiado de 3.651mts. y alcanza una profundidad máxima de -237mts”.



Sima de Villaluenga

Posteriormente, tras una caminata y una subida no poco costosa, dimos con la primera de las cuevas comenzando por las más alejadas a nuestro punto de partida del pueblo.




Las veces que había visitado grutas lo había hecho con guías, y esta era la primera vez que me adentraba de manera individual a una, siempre, hay que decirlo, hasta una profundidad segura.

Observar con luz artificial un entorno donde la luz natural no llega, totalmente libre de ruidos antrópicos, desemboca en una sensación indescriptible.


De igual manera la fauna que allí habita no dejaba de sorprenderme: hasta donde podíamos ver había polillas de todo tipo que buscaban cobijo durante el día y numerosas telas con notables arañas de la familia Agelenidae, que hasta a uno, que lleva toda la vida aficionado a ellas, llegaban a causar impresión.


¿Ella-Laraña?


Murciélagos solo vimos uno, pero muy precioso, y que solo molestamos unos segundos y sin que se inmutara para hacerle un par de fotos (sin flash, con la luz de nuestros frontales).


Las innumerables estalactitas y estalagmitas, que a saber cuándo comenzaron a formarse, daban también la impresión de encontrarnos en épocas bastante remotas.


Y en algunas zonas del techo sobresalían cochas fósiles y en otras cristalizaciones; también había bellísimas irisaciones entre verde y dorado que desconozco a que eran debidas.


Por supuesto, los nombres escritos que dejan los imbéciles de turno no podían faltar; una pena que nadie los pille en plena faena.


Una Chondrina calpica mimetizada en las 
paredes (fuera de la cueva).

Los siguientes puntos del recorrido en realidad más bien parecían abrigos, excepto la Cueva de la Higuera, que para llegar a ella hacía falta el uso de cuerdas y una experiencia en espeleología de la que por supuesto carecíamos.




Cueva de la Higuera


Ya de vuelta, antes de comer, hicimos una visita al pequeño cementerio del pueblo, construido sobre la antigua Iglesia de El Salvador (1722) y que fue quemada por las tropas de Napoléon.

Cúpula del cementerio-iglesia de Villaluenga

Y antes de irnos, antes de que nos cogiera la noche, una parada en el mirador de la Manga de Villaluenga, desde donde para calificar las vistas no hacen falta palabras.


Por último, lo que faltaría es ver este paisaje verde como tendría que estar a estas alturas, pero esta maldita e inaudita escasez de lluvias que vivimos todavía no lo permiten.



miércoles, 1 de noviembre de 2017

A photographic guide to INSECTS of Southern Europe & The Mediterranean

Fue toda una sorpresa el llegar a casa y encontrarme con un paquete de correos de cierto peso y grosor, dentro del cual había dos ejemplares de “A photographic guide to INSECTS of Southern Europe & The Mediterranean”. 


Como su nombre indica, se trata de un volumen de más de 400 páginas con fotografías y mapas de distribución de unas 1500 especies de insectos del sur de Europa y el Mediterráneo.

Lo especial de este trabajo es que en él hemos colaborado mi hermano Miguel y yo con varias fotografías. Y además, nuestra obra Invertebrados del Campo de Gibraltar también aparece referenciada en él, lo cual nos ha agradado más aún si cabe.



Fue en 2016 cuando, al hacerse con un ejemplar de nuestro trabajo en el Centro de Visitantes de Huerta Grande (Pelayo, Algeciras) durante su estancia por el sur de Andalucía, conocí a su autor Paul D. Brock, y desde entonces tenemos una buena amistad.




Brock, es científico del Museo de Historia Natural de Londres, y autor de varios trabajos sobre insectos, entre ellos “A comprehensive guide to insects of Britain & Ireland” que fue todo un éxito en Reino Unido.





martes, 24 de octubre de 2017

Museo Lara de Ronda. Colección esotérica

El poeta checo Rainer Maria Rilke escribió: "He buscado por todas partes la ciudad soñada, y al fin la he encontrado en Ronda." No puedo estar más de acuerdo, pues cuanto más la visito más enamorado de ella me deja.

La novedad para mí en esta ocasión ha sido la entrada al Museo Lara, del cual hace tiempo que me hablaron y ya tenía ganas de visitar.


Se sitúa en pleno casco antiguo, junto al famoso Tajo de Ronda, en donde, como podemos leer en la página web, “podrán disfrutar de la colección privada más importante de España.” De igual manera en ella nos comentan que el museo está instalado en la Casa Palacio de los Condes de las Conquistas y fue inaugurado gracias a la iniciativa privada de su promotor Juan Antonio Lara Jurado, pues a él ha dedicado toda su vida.


Este contiene una gran colección de antigüedades, y entre ellas una sección dedicada a la brujería y a lo que podríamos denominar la Criptozoología más fantástica, que a pesar de no ser muy extensa, desde luego a un servidor no lo ha dejado defraudado.




Representaciones demoníacas, criaturas imposibles plasmadas en oscuras obras taxidermistas, una sirena o una mujer lobo forman parte de esa colección que nos introduce, genialmente ambientados con una propicia música de fondo, en unos tétricos escenarios que hasta la primera mitad del siglo XX se hicieron muy populares y, principalmente de manera ambulante, recorrían las principales ciudades europeas y americanas.


 



Y si hubo una pieza que me sorprendió encontrarme en el Museo Lara esa fue la de Pazuzu, cuya identidad es explicada en la leyenda de su vitrina: “Deidad demoníaca mesopotámica, dios del viento y de la tormenta. Es una de las primeras efigies con la que se representa al demonio”.

Representación de Pazuzu

En realidad, la mayoría de los que conocíamos a esta representación lo hicimos a través de la película El Exorcista, pues básicamente es la que “lía el taco” en casa de la pobre Regan hasta finalmente poseerla.

Estuve pensando que sería interesante conocer el verdadero origen de tal figura, pero pensándolo mejor, y sabiendo lo que en realidad representa, quizás hay cosas de las que es mejor no saber mucho más de lo justo y necesario.


 

Aparte de Pazuzu en esta entrada muestro algunas piezas más de la colección, y aunque me quedo con ganas de ponerlas y explicarlas todas, evidentemente no lo haré para que el lector, por sí mismo, la vea en su totalidad en su visita a la maravillosa Ronda.

 


Por otra parte también hay más colecciones: una más cercana a la brujería como la de bestiales instrumentos de tortura de la Inquisición, así como de arqueología, cine clásico, fotografías originales de la Segunda Guerra Mundial o relojes antiguos entre otras.