Seis meses después de mi primer concierto de Michael Nyman en Córdoba, llegaba una nueva oportunidad de verle en directo. En esta ocasión el marco era igual de atractivo: el teatro Lope de Vega de Sevilla.
Más puntual esta vez, el pasado martes 22 Nyman y su banda comenzaron con una media hora de algunos de sus cortes más conocidos a excepción, curiosamente, de su archiconocido tema central de El Piano. En cambio siguieron con una de las obras más recientes del británico, War Work, un trabajo de ocho canciones que acompañó con el visionado de una película de cosecha propia con imágenes filmadas en la Primera Guerra Mundial. Hay que decir que esta no era para nada agradable a la vista por su crudeza, no apta quizá para públicos sensibles, pero que por otro lado se hace necesaria para conocer los auténticos horrores que toda guerra conlleva. Otro añadido fue la intervención de la soprano australiana Marie Angel, cuya magnífica voz hizo las delicias de todos los allí presentes.
Al término del evento, llegué a pensar que en esta ocasión Nyman no firmaría como habitualmente ha venido haciendo tras cada concierto, pero para mi satisfacción ya estaba esperando sentado en una mesa con su mercadillo propio de cds.
Yo no compré ninguno, sino que ya traía de casa los que para mí son sus mejores trabajos: El Piano y Gattaca. Acompañado por mi pareja Isabel, el primero de los dos en acercarse fue un servidor, y sin pensármelo dos veces le solté sobre la mesa la segunda de las bandas sonoras citadas anteriormente. Con miedo a que me dijera que no por alguna razón, la cogió, le dio varias vueltas, la miró bien y exclamó: ¡Ooohhhh Gattaca! Seguidamente la firmó e hizo lo mismo con El Piano, poniendo la guinda al pastel algunas fotos con el peculiar compositor.
Con todo, un final feliz para una gran noche.
