viernes, 20 de mayo de 2016

Refugio de La Sauceda. P. N. Los Alcornocales

Un día con su respectiva noche en el refugio de La Sauceda, y es ver el mundo de otra manera, conectar con los más profundo de la naturaleza, concretamente con el corazón del Parque Natural de Los Alcornocales.

    

Sin luz ni agua corriente, es este un espectáculo de lugar en el que al llegar la noche pude observar el firmamento como pocas veces lo he hecho en mi vida.

                         

                                          

                                            

                      

No soy de sueño fácil, y menos aún en lugares completamente nuevos, por lo que todas las horas que no entregué a Morfeo me las pasé deleitándome con el constante sonido de las ramas de los árboles mecidas por el viento, al cual acompañaba el croar de las ranas.

                      
Antigua iglesia de lo que fue un poblado, la cual desde nuestra cabaña y 
al caer la noche, ofrecía una imagen algo esotérica.  

El inconveniente es que al día siguiente no me encontraba especialmente bien por haber dormido tan poco, pero ello no me impidió llegar al menos a La Laguna del Moral. La subida al Aljibe, por falta de tiempo en realidad, la tuvimos que dejar para otra ocasión.

                     

La comentada Laguna del Moral es el hogar de diversos anfibios e invertebrados acuáticos; allí pudimos presenciar el cortejo y apareamiento de buen número de ranas meridionales. Y todo ello bajo el cobijo de árboles que rodean la laguna y hasta la cubren por algunas zonas.

                 

                     

                      

                      

Lo único que eché bastante en falta durante la estancia en el refugio, con todo el agua que había por todas partes, fue, como no, la aparición de odonatos, que este año se están retrasando bastante por estos lares por lo que veo. 

viernes, 13 de mayo de 2016

Río Chícamo (Región de Murcia)

El pasado 1 de mayo, en una escapa exprés a la Región de Murcia, visitamos el río Chícamo con la familia de mi pareja.

La verdad es que cuanto más nos íbamos acercando al destino, y miraba una y otra vez a mi alrededor, a uno le costaba creer que en algún lugar de este semidesierto pudiera haber agua. Pero sí, la había.



Por lo que he leído en internet, este río discurre entre conglomerados de un delta de hace 10 millones de años. Es en realidad esa la sensación que se tiene cuando vas a través de él, de estar inmerso en un pasado muy lejano. Aunque también, todo sea dicho, de encontrarse en una película del oeste.



Y ya que el paisaje era ciertamente repetitivo (aunque interesante) me entretuve más en fotografiar la fauna murciana que en inmortalizar los escenarios. Una pena que de mis adorados odonatos todavía volaran muy pocos.

En suma, un lugar más para el recuerdo.

Una hembra de Anax parthenope ovipositando

Macho de Calopteryx haemorrhoidalis

Hembra de Calopteryx haemorrhoidalis

Una preciosa y gran culebra de herradura, la cual nos dejó boquiabiertos.

Iberus alonensis