Siempre que he tenido la posibilidad de adentrarme
en los fantásticos parajes que el Parque Natural de Los Alcornocales ofrece, me
ha encantado fantasear con la posibilidad de que en éste área existan especies
animales y vegetales que aun no han sido catalogados por la ciencia.
¿Pero por qué fantasear? ¿Acaso ello es algo imposible? Con el hallazgo
el año pasado de la planta Centaurea
molesworthiae, en la
Sierra de Ojén, Juan Antonio García Rojas y Juan Antonio Devesa ya me demostraron
que no. Y ahora, esta posibilidad se ha hecho realidad en el reino de la
zoología.
En el mes de marzo de este año la prensa se
hacía eco del descubrimiento de un insecto, perteneciente al género de los
tricópteros (unos artrópodos emparentados con las mariposas y polillas) y que hasta
entonces se creía extinto en Europa, por un grupo de científicos de la
Universidad Pablo de Olavide. La importancia de este animal fue explicada de
manera clara por los autores del estudio, Antonio
Ruiz, Joaquín Márquez y Manuel Ferreras: “se trata de un hallazgo único que añade un nuevo insecto a
la fauna europea actual, y del que sólo tenemos noticias gracias a los fósiles
del Terciario conservados en el Báltico”.
Vista dorsal de la cabeza del nuevo insecto
Las singulares características del Parque
Natural de Los Alcornocales, con un dosel forestal en el que viven
algunas poblaciones de árboles relictos de la era cenozoica, ha funcionado como
entorno propicio para conservar a este insecto tan especial, bautizado como Nyctiophylax
(Paranyctiophylax) gaditana, y
localizado en un pequeño arroyo de la vertiente sur de la Sierra de Ojén, en la
zona más meridional del parque. Concretamente, el descubrimiento consta de un
ejemplar en estado III o IV de la fase larvaria y dos machos adultos capturados
con trampas de luz.
Durante los diez años que ha
durado la investigación, los hombres de ciencia tuvieron que analizar nada
menos que 6000 polillas que cayeron en las trampas de luz negra fabricadas por Ruiz.
Fue un arduo trabajo, ya que tuvieron que identificarse todas las larvas, y encima
compatibilizar la investigación con sus clases en la Universidad. El espaldarazo
final lo recibieron al ponerse en contacto con el doctor austriaco Hans
Malicky, un especialista mundial en tricópteros que finalmente les confirmó que
se trataba de una nueva especie. En agradecimiento por su ayuda prestada,
Malicky recibió uno de los ejemplares colectados para su colección particular.
Además, según parece, y dejando
claro la necesidad de conservar este Parque, hace algo más de una década, en
2001, otro tricóptero nuevo para la zoología fue identificado por el profesor
Antonio Ruiz: Allogamus gibraltaricus. Como afirmaron los científicos: “estos hallazgos ponen de
manifiesto la importancia de las sierras del sur de España para la entomofauna
acuática europea”.
Fuentes:
EUROPA
SUR – Lunes 4 de Marzo de 2013